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1º Premio del Concurso de Relato Breve AMUCAN

Nuestro centro obtiene por tercer año consecutivo el primer premio del concurso de relato breve convocado por la Asociación de Mujeres de Candelaria (AMUCAN) para conmemorar el Día Internacional contra la violencia de género. En esta ocasión, el escritor galardonado ha sido Pablo Ramos Ramos, alumno de 4º A de nuestro centro. En nombre del equipo de redacción del periódico Vita Nostra y de toda la comunidad educativa del IES Punta Larga queremos felicitarlo por la calidad de su obra y por haber dejado nuevamente a nuestro instituto en muy buen lugar. A continuación publicamos el relato ganador, titulado "La rosa y el viento". Disfrútenlo.


La Rosa y el viento

Pablo Ramos Ramos 4º A
Todo comienza a partir de una rosa y el viento. Al principio una suave brisa recorre la figura de la rosa, delicada y frágil. El aire la mece y la acaricia entre sus brazos. Su contorno, formado por pétalos,  tallo, hojas y espinas, se mueve de manera dulce. Presiente que ha echado raíces en el lugar adecuado.
Sin embargo, lo que era brisa se transforma en pequeñas ráfagas de aire. Nuestra rosa sujeta sus pétalos enérgicamente, con dificultad; comienza a pensar que sus raíces no deberían crecer en esa tierra seca, tiempo atrás húmeda y apacible.
Finalmente, lo que había sido una simple brisa pasa a ser un tifón que comienza a zarandear a la rosa de forma arriesgada, posiblemente sea su fin, posiblemente jamás llegue a ser polinizada. Posiblemente jamás nadie sabrá de ella… El viento consigue arrancarle los primeros pétalos. Una tras otra, sus hojas marchitas van cayendo al suelo pesadamente, como si de plomo se tratase. Cuando el tifón pasa, la rosa se encuentra sola, en mitad de la nada, desolada, sin sus pétalos arrebatados, sin sus hojas. Solo le queda una cosa: sus espinas, su única defensa, su única arma. Pero ya no le sirven de nada. Ahora, moribunda, espera la hora en la que la parca corte su preciado tallo con su guadaña. 
De repente, se acerca una abeja. Esta se para detenidamente ante la rosa pasando sobre ella, impregnando sus patas de polen. Poco a poco, el polen va de flor en flor, de jardín en jardín, de vecindario en vecindario, y, como si fuese un último suspiro, la historia de esta pequeña rosa llega a todo el mundo. Las rosas se rebelan: ninguna de ellas debe pasar lo que ha sufrido nuestra protagonista. Después de varios días de protesta, se alzan grandes invernaderos. Las flores se sienten seguras y protegidas. La entrada se encuentra flanqueada por una puerta; solo está permitida la entrada a la fresca brisa primaveral que acaricia de nuevo el delicado contorno de una nueva generación de rosas.
No les des más espinas a las rosas, simplemente edifica grandes invernaderos, donde cada rosa pueda escoger su sitio, en una tierra fértil, llena de posibilidades ante el futuro.
Fuera del invernadero se puede leer el siguiente letrero:
“Di no al maltrato de género, di no a los tifones, di no a las rosas marchitas, di sí a la vida.”.
25 de noviembre: “Día internacional contra la violencia de género”.
Almudena González Dópido

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